Al noreste del estado de Querétaro se encuentra la Reserva de la Biosfera de Sierra Gorda, declarada en 1997.

Precediendo a esta declaración, en 1987 se había creado el Grupo Ecológico Sierra Gorda, germen de lo que después se ha venido haciendo. Entre otras acciones, se redactó el Programa de Manejo de la Reserva, que fue publicado en 1.999.

Nuestro interés por el tema, que conocimos en nuestro viaje a Querétaro en noviembre del año pasado, nos ha llevado a estudiar este Programa para conocer en qué manera se enfocó el manejo del territorio y las similitudes y diferencias con nuestro país.

Entre las similitudes, comprobamos que emplea la zonificación como técnica de manejo del territorio, lo que nosotros hemos dado en llamar categorización del medio. Además, pormenoriza la zonificación mediante una subzonificación que, aunque no estaba contemplada en la declaración de la Reserva, se vió necesaria en su posterior desarrollo, y que se recoge en el Programa de Manejo que nos ocupa.
Compartimos totalmente este criterio de pormenorización en función de las aptitud del territorio, y es una técnica que venimos aplicando, aún cuando la definición de estas subcategorias nos origina múltiples complicaciones en la formalización de los documentos, al no encontrarse consensuada su definición.

Pero es en la aplicación de la zonificación y de la subzonificación donde empiezan a aparecer las primeras diferencias importantes en el documento.
En los documentos de ordenación del territorio con los que habitualmente nos encontramos, la zonificación tiene un carácter marcadamente regulador de las actuaciones que se pueden desarrollar en cada zona y subzona. Tanto es así que, además de establecer la regulación de usos en cada una de ellas mediante artículos específicos de normativa, se tabulan adoptando la forma de matriz de manera que para cada categoría y subcategoría se señala si son usos admitidos, propiciados o prohibidos.

Si bien nos parece que es una técnica de regulación válida, constatamos que estos instrumentos tienen por tanto un carácter marcadamente regulador y de control.

En lugar de este enfoque, nos ha llamado la atención que el Programa de Manejo de la R.B. Sierra Gorda no está tan preocupado por controlar las actividades en el territorio, sino de proponer acciones concretas a realizar para conseguir los objetivos que se propone, objetivos que van desde la conservación y rehabilitación de los ecosistemas, hasta el uso sostenible de los recursos que ofrece, de manera que el aprovechamiento ordenado permita el desarrollo económico y social de sus habitantes.

Aspecto éste del desarrollo humano que a menudo se olvida cuando se trata de una Reserva de la Biosfera.

Dejo otros aspectos diferenciales de este Programa de Manejo, como son la programación de las acciones, su seguimiento, los aspectos económicos del programa, y el énfasis que pone en la formación y la educación ambiental para posteriores publicaciones.

También me gustaría en esos futuros posts comentar la importancia que han tenido las personas promotoras de todo este proceso, porque creo que de otra forma no se entiende todo lo que se ha logrado en Sierra Gorda, aunque ello no esté expresado en el Programa.
Ao nordeste do estado de Querétaro encontra-se a Reserva da Biosfera de Sierra Gorda, declarada em 1997.

Precedendo a esta declaração, em 1987 tinha-se criado o Grupo Ecológico Sierra Gorda, germen do que depois se veio fazendo. Entre outras ações, redigiu-se o «Programa de Manejo» da Reserva, que foi publicado em 1.999.

Nosso interesse pelo tema, que conhecemos em nossa viagem a Querétaro em novembro do ano passado, nos levou a estudar este Programa para conhecer em que maneira se ficou o manejo do território e parecidos e as diferenças com nosso país.

Entre os parecidos, comprovámos que emprega a «zonificação» como técnica de manejo do território, o que nós temos dado em chamar categorização do médio. Ademais, pormenoriza a «zonificação» mediante uma «subzonificação» que, ainda que não estava contemplada na declaração da Reserva, viu-se necessária em seu posterior desenvolvimento, e que se recolhe no Programa de Manejo que nos ocupa.
Compartilhamos totalmente este critério de detalhe em função da aptidão do território, e é uma técnica que vimos aplicando, ainda quando a definição destas subcategorias nos origina múltiplas complicações na formalização dos documentos, ao não se encontrar consensuada sua definição.

Mas é na aplicação da «zonificação» e da «subzonificação» onde começam a aparecer as primeiras diferenças importantes no documento.

Nos documentos de ordenamento do território com os que habitualmente nos encontramos, a «zonificação» tem um caráter marcadamente regulador das atuações que se podem desenvolver na cada zona e subzona. Tanto é de modo que, além de estabelecer a regulação de usos na cada uma delas mediante artigos específicos de regulamento, tabulan-se adotando a forma de matriz de maneira que para a cada categoria e subcategoría se assinala se são usos admitidos, propiciados ou proibidos.

Conquanto parece-nos que é uma técnica de regulação válida, constatamos que estes instrumentos têm por tanto um caráter marcadamente regulador e de controle.

Em lugar deste enfoque, chamou-nos a atenção que o Programa de Manejo do R.B. Sierra Gorda não está tão preocupado por controlar as atividades no território, senão de propor ações concretas a realizar para conseguir os objetivos que se propõe, objetivos que vão desde a conservação e reabilitação dos *ecosistemas, até o uso *sostenible dos recursos que oferece, de maneira que o aproveitamento ordenado permita o desenvolvimento econômico e social de seus habitantes.

Aspecto este do desenvolvimento humano que com freqüência se esquece quando se trata de uma Reserva da Biosfera.

Deixo outros aspectos diferenciais deste Programa de Manejo, como são a programação das ações, seu seguimento, os aspectos econômicos do programa, e o énfasis que põe na formação e a educação ambiental para posteriores publicações.

Também gostaria em de esses futuros posts comentar a importância que têm tido as pessoas promotoras de todo este processo, porque acho que de outra forma não se entende todo o que se conseguiu em Sierra Gorda, ainda que isso não esteja expressado no Programa.

Aitor Sarria