En el post anterior señalaba como aspecto diferencial del Programa de Manejo Sierra Gorda, la importancia que da, entre otras cuestiones, a la cuestión económica.
La economía es una de las patas sobre las que se apoya la sostenibilidad.
Y el programa muestra una preocupación sobre cómo financiar el Programa, de manera que concibe un órgano privado específico, el fideicomiso, cuyo fin es captar y canalizar todo tipo de aportaciones económicas.
El programa contempla además las posibles fuentes de financiación: aportaciones de iniciativa privada, donaciones; recursos fiscales, que dependen de la administración pública, y otras fuentes de financiación, como fundaciones, los Programas de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y para el Desarrollo (PNUMA y PNUD), la Global Environment Facility (GEF), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, el sector de la Sierra Madre que abarca la Reserva constituye una inmensa fábrica que surte de servicios básicos de la naturaleza de los que todos dependemos, incluso a este lado del atlántico.
Son los servicios ecosistémicos o servicios ambientales: regulación y carga hidrológica, almacenamiento de carbono, aire puro, paisaje y mantenimiento de la biodiversidad. Recursos y servicios que compiten con otras actividades más “productivas”, como la extracción de madera y el uso agropecuario. Competencia muy dura cuando tenemos en cuenta la situación de pobreza en que se encuentran las comunidades.
La puesta en valor de estos servicios nos parece una virtud de lo que se está haciendo en la Reserva Sierra Gorda:
- El pago por servicios ambientales que compensa a los propietarios que apuestan por la protección de los bosques y selvas. (Pago por Servicios Ambientales – Sierra Gorda)
- La evaluación de la productividad de las cuencas hidrológicas elaborada en conjunto con la Universidad Autónoma de Querétaro, tanto en los procesos de recarga de acuíferos como de erosión evitada.
- El ecoturismo, con las salvedades y medidas protectoras imprescindibles, que no sólo repercute en la economía de la región, sino también en el conocimiento y sensibilización acerca de la importancia de la Reserva. (los territorios del turismo – José Fariña)
En la medida en que estos instrumentos permitan compatibilizar la protección y recuperación de los valores que nos ofrece la naturaleza con su aprovechamiento económico, podremos hablar de desarrollo humano sostenible.
No pós anterior assinalava como aspecto diferencial do «Programa de Manejo Sierra Gorda», a importância que dá, entre outras qüestões, à qüestão econômica.
A economia é um dos pés sobre os que se apoia a sustentavilidade.
E o programa mostra uma preocupação sobre como financiar o Programa, de maneira que concebe um órgão privado específico, o «fideicomiso», cujo fim é captar e canalizar todo tipo de contribuições econômicas.
O programa contempla ademais as possíveis fontes de financiamento: contribuições de iniciativa privada, doações; recursos fiscais, que dependem da administração pública, e outras fontes de financiamento, como fundações, os Programas das Nações Unidas para o Médio Ambiente e para o Desenvolvimento (PNUMA e PNUD), a Global Environment Facility (GEF), o Banco Mundial e o Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID).
No entanto, o setor da Sierra Mãe que abarca a Reserva constitui uma imensa fábrica que abastece de serviços básicos da natureza dos que todos dependemos, inclusive a este lado do Atlántico.
São os serviços ecosistémicos ou serviços ambientais: regulação e ônus hidrológica, armazenamento de carbono, ar puro, paisagem e manutenção da biodiversidade. Recursos e serviços que competem com outras atividades mais «productivas», como a extração de madeira e o uso agropecuario. Concorrência muito dura quando temos em conta a situação de pobreza em que se encontram as comunidades.
A posta em valor destes serviços parece-nos uma virtude do que se está fazendo na Reserva Sierra Gorda:
- O pagamento por serviços ambientais que compensa aos proprietários que apostam pela proteção dos bosques e selvas. (Pagamento por Serviços Ambientais – Sierra Gorda)
- A avaliação da productividade das bacias hidrológicas elaborada em conjunto com a Universidade Autônoma de Querétaro, tanto nos processos de enchido de acuíferos como de erosão evitada.
- O ecoturismo, com as exceçãos e medidas protetoras imprescindíveis, que não só repercute na economia da região, senão também no conhecimento e sensibilização a respeito da importância da Reserva. (Os territórios do turismo – José Fariña)
Na medida em que estes instrumentos permitam compatibilizar a proteção e recuperação dos valores que nos oferece a natureza com su aproveitamento econômico, poderemos falar de desenvolvimento humano sustentável.
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