Esta semana entramos en la recta final de preparación de la «misión» a Brasil, en que visitaremos Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul y Curitiba, capital del estado de Parana. Cuando empezamos a preparar el viaje, tuve la oportunidad de que una colaboradora habitual del equipo me contara que un colega y amigo suyo trabaja en el campo de la restauración medioambiental en Curitiba. (Esto va a ser la importancia de las redes…)
Curitiba. Ciudad modelo de la sostenibilidad. Así, incluyo la visita a esta ciudad en la agenda de viaje. En lo que conocía, el sistema de transporte público es «maravilloso». Pero, ¿eso es suficiente paa considerarla modelo de sostenibilidad? Me pongo a investigar y descubro la publicación en More Than Green acerca de Curitiba que más me ha aclarado el porqué de estos honores.
Y efectivamente es mucho más que un buen sistema de transporte público: La estructura de desarrollo de Curitiba, que se asienta sobre una planicie forestal inundable atravesada por numerosos ríos, toma estos y se configura “una ciudad lineal con arterias estructurales” (Ribeiro & Tavares, 1992, p. 12), donde los ejes fluviales son el elemento identitario y estructural principal.
«Mantener los ríos fluyendo libremente». Convirtiendo los corredores en parques, permitieron al río continuar fluyendo e inundar naturalmente mientras también proporcionaban una función socialmente beneficiosa para la ciudad como vínculos de conexión y de una manera mucho más económica que las canalizaciones subterráneas. Con la diferencia se pudieron construir más escuelas, centros culturales y aumentar el número de camas hospitalarias.
Y en la publicación referida vuelve a aparecer ese componente que supera al técnico. El humano.
Además de las tres patas de la sostenibilidad, social, ambiental y económica, incluye la Sostenibilidad Cultural, entendida como «inteligencia colectiva», de manera que uno de los factores más determinantes en el éxito de Curitiba ha sido el hecho de tener siempre en cuenta a sus ciudadanos, tanto como individuos como colectivos, en el futuro de la ciudad que habitan. De hecho, todo el proceso se inicia con el fin de preservar el caracter histórico de la ciudad frente a las tensiones para que éste se transformara ampliándo sus calles para acoger el nuevo tráfico de automovil que se preveía.
En todo ello tiene una importancia vital Jaime Lerner quien fue arquitecto y alcalde desde mediados de los sesenta y germen de lo que despues ha sucedido.
Hay una cita de Jaime Lerner (McKibben, 1995) que transcribo, porque me parece que de otra forma no se entiende que, desde 1.976 a 2.008, los seis alcaldes siguieron y ayudaron a avanzar el mismo camino comenzado por Lerner y sus socios.
La gente no vive en la ciudad sólo por una cuestión de supervivencia. Tienes que amar la ciudad. Han de tener esta relación que tiene que ver con la identidad, con un sentido de pertenencia. Hay algunos barrios que ni siquiera tienen transporte público o colegios, y la gente es feliz. ¿Por qué? Porque sus padres vivían allí; sus abuelos vivían allí. Hay un sentido de pertenencia a un lugar.
Nesta semana entramos no reta final de preparação da «missão» a Brasil, em que visitaremos Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul e Curitiba, capital do estado de Parana.
Quando começamos a preparar a viagem, tive a oportunidade de que uma colaboradora habitual da equipe me contasse que um colega e amigo seu trabalha no campo da restauração medioambiental em Curitiba. (Isto vai ser a importância das redes…)
Curitiba. Cidade modelo da sustentabilidade.
Assim, incluo a visita a esta cidade na agenda de viagem.
No que conhecia, o sistema de transporte público é «maravilhoso».
Mas, isso é suficiente para a considerar modelo de sustentabilidade?
Ponho-me a pesquisar e descubro a publicação em More Than Green sobre Curitiba a que mais me tem aclarado o porquê destas honras.
E efetivamente é bem mais que um bom sistema de transporte público:
A estrutura de desenvolvimento de Curitiba, que se assenta sobre uma planície florestal inundável atravessada por numerosos rios, toma estes e se configura «uma cidade lineal com artérias estruturais» (Ribeiro & Tavares, 1992, p. 12), onde os eixos fluviviales são o elemento identitário e estrutural principal.
«Manter os rios fluindo livremente». Convertendo os corredores em parques, permitiram ao rio continuar fluindo e inundar naturalmente enquanto também proporcionavam uma função socialmente beneficiosa para a cidade como vínculos de conexão e de uma maneira bem mais econômica que as canalizaciones subterrâneas.
Com a diferença puderam-se construir mais escolas, centros culturais e aumentar o número de camas hospitalárias.
E na publicação referida volta a aparecer esse componente que supera ao técnico. O humano.
Além das três patas da sustentabilidade, social, ambiental e econômica, inclui a Sustentabilidade Cultural, entendida como «inteligência coletiva», de maneira que um dos fatores mais determinantes no sucesso de Curitiba tem sido o fato de ter sempre em conta a seus cidadãos, tanto como indivíduos como coletivos, no futuro da cidade que habitam. De fato, todo o processo se inicia com o fim de preservar o caráter histórico da cidade em frente às tensões para que este se transformasse ampliando suas ruas para acolher o novo tráfico de automóvel que se previa.
Em todo isso tem uma importância vital Jaime Lerner quem foi arquiteto e prefeito desde mediados dos sessenta e germen do que depois tem sucedido.
Há uma cita de Jaime Lerner (McKibben, 1995) que transcribo, porque me parece que de outra forma não se entende que, desde 1.976 a 2.008, os seis prefeitos seguiram e ajudaram a avançar o mesmo caminho começado por Lerner e seus sócios.
A gente não vive na cidade só por uma qüestão de sobrevivência. Tens que amar a cidade. Têm de ter esta relação que tem que ver com a identidade, com um sentido de pertence. Há alguns bairros que nem sequer têm transporte público ou colégios, e a gente é feliz. Por que? Porque seus pais viviam ali; seus avôs viviam ali. Há um sentido de pertence a um lugar
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